miércoles, 12 de marzo de 2008
La ola está de fiesta
Gastón era mis mejor amigo del edificio. Con él jugábamos a Flavia . Él siempre era Flavia y yo una de las bailarinas boludas del costado. También jugábamos a las aerolíneas. Cuando mamá se iba poníamos todas las sillas en filas y las servilletas de fiesta en los respaldos. Gastón y yo podíamos sentirnos en el aire desfilando entre silla y silla con bandejas repletas de copas llenas agua y cubiertos. Azafatas podía haber dos, asi q estaba bien. Igual él siempre era algo más, como azafata y comandante de abordo, es q claro estaba bien, él sabía todo, todo y trataba de hacerme entender q papá noel no existía y q XUXA tenía un pasado oscuro donde aparecía desnuda en películas, yo le decía q era mentira pataleando, pero en el fondo sabía q era verdad tan verdad como q la idea de hacer un hueco q comunicara su cocina con la mía era genial. Cómo nos queríamos, después me mudé del edificio y ellos se fueron a vivir a Mar del Plata a una casa grande, a un lugar tranquilo. No los volví a ver mas q alguna vez. Los chicos ya eran grandes, la última vez q lo ví a Gasti estaba bastante hombre, trabajando para una compañía aerea, volando de acá para allá, ese día nos sacamos algunas autofotos y nos intercambiamos celulares, estuvo bueno. Pero nunca más hablamos después de esa vez, a veces lo extraño y tengo ganas de decirle q lo quiero mucho q quiero q hagamos coreos y jugar a Flavia.
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